Uno de los lugares favoritos de los poderosos para celebrar sus funerales, la Basílica da Estrela tiene además de su innegable interés artístico-cultural el atractivo de ser un punto de referencia de la ciudad
Construida a partir de 1779 en estilo barroco tardío y muy influenciada por la arquitectura del Palacio Convento de Mafra, su edificación se debe a un voto de la entonces princesa y posterior reina Dona María I de erigir un convento en honor del Sagrado Corazón de Jesús (una primicia en la época) si le era concedida la gracia de tener un heredero, lo que sucedió en 1761, el Príncipe da Beira Dom José, con la mala suerte que falleció por causa de viruela durante la construcción de la basílica en 1788, pero eso es otra historia.
Precisamente, Dona María I es la única monarca reinante de la dinastía de Bragança que no está sepultada en el Panteón de São Vicente, así como Dom Pedro IV de Portugal héroe emperador de la independencia brasileña pero que no tuvo problema em volver a Portugal para ser rey, ahora sepultado en São Paulo con algún fragmento de su cuerpo en Oporto, otra historia que merece ser contada en su debido momento.
La cúpula es uno de los elementos más distintivos del paisaje de esta zona de la ciudad.
Praça da Estrela, 1200-667 Lisboa
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